Hablamos a menudo de la crisis de valores en nuestra sociedad. Buscamos nuevas formas que nos permitan el desarrollo de habilidades, pensamientos y actitudes en los niños y niñas.
Cuando educamos a nuestros hijos/as, intentamos reforzar aspectos emocionales y cognitivos. La educación en valores les permite desarrollar la empatía con los demás y les ayuda a sentirse personas más seguras y felices.
Hablando de educación y de estrategias educativas, pensemos en nuestras mascotas, esos seres vivos, que sin quererlo, cuando entran en nuestro hogar y forman parte de nuestra familia, ya nos están educando en valores. Sobre todo pueden educar en valores a los niños/as, que son los que están en continuo proceso de desarrollo y aprendizaje.
Diversos estudios demuestran que el hecho de cuidar una mascota desde muy temprana edad, infunde a los niños/as una serie de valores que formaran parte también del desarrollo de su personalidad.
Los niños/as aprenden a respetarlos, aprenden el sentido de la responsabilidad, cuando descubren que su bienestar y sus necesidades básicas, dependen de ellos/as. Cuando las mascotas responden con muestras de afecto, ellos/as aprenden el valor de la amistad y la lealtad.
Nuestro papel de adultos es enseñar a nuestros hijos/as, desde que nuestro perro, nuestro gato,….. entra en el hogar, es que no es un juguete y empezar compartiendo con ellos/as la responsabilidad de cuidarlo, de darles de comer, de beber, asearlo, pasearlo, atender sus dolencias, y por qué no, compartir un rato de juego. En definitiva nos transmiten amor, respeto, fidelidad, lealtad y compañía. Y los estudios demuestran que son muchos más los beneficios que a los/as niños/as proporcionan:
• Les favorece la sociabilidad
• Les anima a jugar con ellos, lo que les evita el sedentarismo del que nos quejamos tanto hoy día.
• Aprenden que también los animales experimentan dolor cuando se les hace daño y felicidad cuando se les quiere.
• Les ayuda a entender el ciclo de la vida y la muerte como parte de ese ciclo, algo que les permitirá conocer esa parte por la que todos/as en algún momento hemos de pasar.
Las mascotas a fin de cuenta son unos buenos aliados de los padres y madres para la educación y en especial para la formación en los valores ya mencionados y que nunca debemos olvidar: PACIENCIA, TOLERANCIA, RESPETO, LEALTAD, AMISTAD Y CARIÑO.
Patri.
Yo por mi parte no puedo estar más de acuerdo, tengo un hijo que desde que nació se ha criado con sus perros y es extraordinario ver la relación que tienen entre ellos, no necesitan ni palabras, es una relación muy bonita y sincera, y es muy cierto que aprenden una responsabilidad y aprenden a amarlos y respetarlos. Obviamente también es mucho la actitud de los padres, en como los eduquemos respecto al trato con los animales pero yo creo que los niños llevan innato amarlos.
Yo no estoy en linea con lo aqui expuesto, pienso sinceramente que hay muchos matices que no han podido ser considerados en cuenta. Pero valoro mucho vuestra exposicion, es un buen post.
Saludos