Quién no conoce la historia de Canelo, un perro de Cádiz, que ha llegado a ser el referente cuando queremos expresar que es un perro.
A lo largo de la historia se ha demostrado que no hay nada más leal que un perro. Sin condiciones, sin rencores, son simplemente fidelidad y amor . Los perros son un símbolo y un referente cuando hablamos de lealtad.
Canelo se ha convertido en el perro de los gaditanos, del que presumen y que han dedicado una calle.
Canelo era, como cualquier otro perro, un amigo fiel de su propietario, al que acompañaba cada día a cualquier lugar que se dirigiera, ya que este hombre vivía solo y se acompañaba en todo momento de Canelo. Se cuenta que el propietario era un mendigo, que contaba como única posesión a su amigo Canelo.
Cada mañana se les podía ver paseando por las calles de Cádiz. El propietario sufría una enfermedad renal por lo que tenía que ir a menudo al hospital, y Canelo permanecía a la espera en la salida del hospital Puerta del Mar, hasta volver a reencontrarse con su dueño.
Pero una mañana su propietario no volvió, su mal empeoró y este pobre hombre murió, allá por el año 1990.
Canelo permanecía esperando a su dueño sin alejarse de la puerta del hospital, ni persuadido por sed ni hambre, ni frío, ni lluvia, permanecía allí tumbado en la puerta esperando a que su amigo saliera. Día a día permanecía allí esperando a su amigo.
Las personas que lo veían lo espantaban de allí pero el volvía, y permanecía en su sitio , y todos empezaron a conocer la razón que hacía que Canelo permaneciera allí día a día , y empezaron a alimentarlo, pero también hubo algunas denuncias, por lo que fue llevado a la perrera, se conoce que hasta dos veces.
Pero hubo protestas populares y la asociación Agaden se ocupó de su cuidado y vacunación y documentación y el ayuntamiento lo indultó. A pesar de que muchos quisieron llevarselo, y apadrinarlo, Canelo sólo pensaba en su amigo y en volver a su larga espera junto al hospital.
Canelo se hizo famoso, y durante 12 años esperó a las puertas del hospital a su dueño, hasta que un mal día en la calle Avenida Ana de Viya, donde se encuentra ubicado el hospital, fue atropellado, dando fin a su larga espera.
Una historia que nos conmueve el corazón cada vez que la recordamos, y sirva este pequeño recordatorio como homenaje de su aniversario que será dentro de pocos días, exactamente el día 9 de Diciembre se cumple el 13 años desde su muerte.
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